Oklahoma City Thunder 2018-19: Borrón y cuenta nueva

Los Thunder tratarán de olvidar el pasado y competir en el presente

Oklahoma City Thunder volverá a tener una oportunidad para demostrar que son capaces de ganar mientras sus estrellas están en su mejor momento. Tras el gran fracaso del curso pasado, les toca pasar página y depender del compromiso demostrado por sus dos grandes caras, Russell Westbrook y Paul George. La llegada de Carmelo Anthony terminó siendo negativa, y todos esperan que el nivel incremente con George y Westbrook con total libertad de ejecución en pista. El objetivo es claro, pasar de ronda en Playoffs.

Gran parte de su temporada dependerá del estado de salud de sus estrellas, y Russell Westbrook ya empieza con mal pie por una lesión de rodilla que le hace ser duda para el inicio del curso. Oklahoma ha sabido reforzar su segunda unidad con la llegada de Dennis Schröder y tratarán de mantener el nivel necesario para lograr la ventaja de campo en postemporada. Les queda una última bala en un año donde no parten con tantas posibilidades de ser un candidato serio a pelear con Golden State o Houston por hacer su aparición en las Finales.

Experimento fallido

A estas alturas, a ningún aficionado de los Thunder le gustaría hablar de lo que sucedió el curso anterior. Paul George se sumaba a Russell Westbrook mediante traspaso con unos Pacers que querían obtener algo a cambio en lugar de dejar marchar a su estrella totalmente gratis en la agencia libre. En un primer momento, parecía un mal movimiento de Oklahoma para lograr una estrella de manera desesperada que pudiera acompañar a Westbrook. Todos daban por hecho que al verano siguiente George pondría rumbo a su hogar para vestir el púrpura y oro de los Lakers.

El hype siguió creciendo cuando fueron capaces de lograr ese ansiado traspaso que sacase a Carmelo Anthony de los Knicks. ‘Hoodie’ Melo estaba preparado para iniciar una nueva etapa en una franquicia que tuviera opciones reales de llegar lejos en Playoffs. Finalmente, la inexperiencia de los tres cabecillas del grupo y la lucha de egos constante provocó que los Thunder cayeran de manera estrepitosa en primera ronda ante unos Jazz que apuntan muy alto para la próxima temporada. Todo pintaba fatal para la organización que seguía sin ser capaz de mantener cierto nivel de regularidad en sus resultados.

¿Serán capaces de funcionar?

Habiendo extirpado uno de los aparentes problemas del equipo, los Thunder tratarán de comprobar de manera definitiva si Russell Westbrook es capaz de complementarse con otras estrellas para ganar. De momento no lo ha hecho, ni en sus mejores momentos con Kevin Durant fueron capaces de lograr algo importante (obviando las Finales de 2012 donde también compartía vestuario con James Harden). Han mejorado sus piezas complementarias y es el momento de ganar. Los ojos también estarán encima de un Paul George que decidió quedarse y renovar con los Thunder a pesar de no tener evidencias de que esta franquicia pudiera superar a los Warriors en una hipotética serie de Playoffs.

Tendrán que seguir trabajando en su defensa, sobre todo con un Andre Roberson que ha recaído de su lesión y empeora el panorama para los chicos de Billy Donovan. La parte restante del foco caerá sobre Steven Adams, quien tendrá que seguir trabajando para demostrar que debe formar parte de la lista de mejores pívots de la NBA. Aún tiene mucho trabajo por hacer, pero su impacto en los Thunder es indudable.

Russell Westbrook, ahora o nunca

Se esperaba mucho más de Russell Westbrook la temporada pasada, tras haber convertido la NBA en su patio de juego con un triple-doble por noche, los Thunder esperaban incrementar su nivel con los fichajes de Paul George y Carmelo Anthony. Todo estaba perfectamente establecido para ser un rival en condiciones para Golden State, pero su temporada estuvo llena de altibajos. Todo en la franquicia comienza y acaba con Westbrook; desde la salida de Durant todo ha pasado por las manos de su base. Su energía y su fuerza, su capacidad de lograr triples-dobles no se ha convertido necesariamente en más victorias para el equipo, tampoco en Playoffs.

Por primera vez en mucho tiempo tendrá que lidiar con la competencia de otro base de alto nivel como Dennis Schröder, por lo que se verá forzado a aportar en otras facetas del juego para no caer en una lista peligrosa de jugadores que se dedican a rellenar las estadísticas, pero no el casillero de victorias. Los Thunder quieren contar con ambos en pista, por lo que Westbrook debe decir adiós a su estilo de juego habitual que no ha contribuido de manera positiva al éxito de la franquicia. El MVP de 2017 está ante su última oportunidad de demostrar que es capaz de ganar.

Más fuerza desde la segunda unidad

Dennis Schröder necesitaba cambiar de aires al no verse capaz de seguir avanzando en una franquicia destinada a la reconstrucción como Atlanta Hawks. Hizo público su deseo de marcharse y varios meses más tarde acabó siendo parte del movimiento que sacó a Carmelo Anthony de los Thunder. Parece haber aceptado su nuevo papel de suplente de Russell Westbrook y está preparado para ser un hombre microondas en Oklahoma, algo que favorece de manera indiscutible a la franquicia. No ha sido él el único que llega para mejorar el nivel, Timothe Luwawu-Cabarrot y Nerlens Noel aportarán muchas más posibilidades desde el banquillo.

Con la excusa de volver de nuevo a la principal escena, Noel ha decidido Oklahoma City como nuevo destino en su peculiar carrera. Un jugador con un potencial enorme que no ha podido ajustarse a las exigencias de la NBA. Siendo suplente en un equipo que debe aspirar a competir en Playoffs podría revalorizar su juego y asegurarle un mejor contrato en otro lugar en el futuro. Es el momento de demostrar que su carrera no terminó todavía. Otros como Luwawu-Cabarrot llegan de manera innegociable como traspaso. El francés tendrá un nuevo escenario en el que brillar y demostrar sus capacidades como espada importante de la segunda unidad.

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