Ha llegado el momento de la verdad, solo uno de estos dos equipos podrá representar a la Conferencia Oeste en las próximas Finales de la NBA. Golden State Warriors representando la continuidad de la grandeza de una dinastía que no quiere terminar muy pronto, mientras que por otro lado tenemos a Portland Trail Blazers, con Damian Lillard y C.J. McCollum a la cabeza representando que un nuevo reinado es posible.
Los Warriors han tenido que atravesar grandes retos hasta alcanzar esta nueva consecución. Los Ángeles Clippers se revelaron como una de las sorpresas de los Playoffs, llevando al conjunto de Steve Kerr a seis partidos. Posteriormente, tuvieron que repetir la Final del Oeste del año pasado con Houston Rockets en las semifinales de Conferencia, una eliminatoria que se decidió en otros seis partidos y sin Durant, que cayó por lesión.
Portland Trail Blazers se ha colado en el gran baile sin tener invitación previa. En la última jornada de temporada regular lograron sobrepasar a Houston Rockets para colocarse en tercera posición, quedando así en la parte más fácil del cuadro evitando un enfrentamiento temprano con los chicos de la Bahía. Derrotaron a unos decepcionantes Thunder en primera ronda mientras que sobrevivieron en siete encuentros a unos prometedores Nuggets que se han regido como potencia futura en el Oeste.
Golden State Warriors, ante el duro desafío de la historia
El conjunto de Steve Kerr ha tenido que atravesar varias penurias para poder llegar al lugar en el que se encuentra hoy mismo. DeMarcus Cousins fue el primer sacrificado en primera ronda, mientras que en la segunda sería Kevin Durant el que tuviera que abandonar el barco a causa de lesión. El alero se retiró del quinto partido con una lesión en la pantorrilla y es seria duda para los dos primeros enfrentamientos con Portland Trail Blazers. Aún así, los Warriors han demostrado ser capaces de ganar sin él, derrotando a los Rockets con un gran partido de Curry y Thompson en el sexto.
Según ha confirmado Steve Kerr, tanto Durant como Cousins podrían volver durante las Finales del Oeste, pero los dos primeros partidos en el Oracle tendrán que jugar sin ellos. Stephen Curry y Klay Thompson volvieron al 2015 en el último cuarto del quinto partido así como todo el sexto para derrotar a los Rockets como en los viejos tiempos. Tendrán que volver a recurrir al mismo sistema durante los dos primeros partidos ante unos Blazers que tienen muchas ganas de dar la sorpresa y plantarse en unas Finales de la NBA. Los chicos de Oakland siguen siendo los favoritos y esperan poder contar con la ayuda de su público, que afronta el último maratón hasta el campeonato antes de mudarse a San Francisco.
Los protagonistas tendrán que ser el ‘big-three’ de toda la vida, Curry, Klay y Green, para poder poner un resultado favorable en la eliminatoria de manera temprana. Su estilo se debe basar en el movimiento de balón, los cortes rápidos hacia canasta y la búsqueda del mejor jugador para el tiro, como hacían antaño antes de la aparición hegemónica en el ataque por parte de Kevin Durant. Demostraron que son capaces de hacerlo de nuevo, con Curry anotando 33 puntos en la segunda mitad y con Klay Thompson a su mejor nivel con 27 puntos y 7 triples. Si consiguen frenar a los Blazers en los dos primeros partidos y colocar el 2-0, la serie se pondrá muy a su favor y nos olvidaremos de cualquier tipo de sorpresa.
A partir de ese momento, hay muchas posibilidades de que Golden State Warriors recupere al quinteto que arrolló a Los Ángeles Clippers en el primer partido de los Playoffs. DeMarcus Cousins quiere volver y los médicos le dan muchas opciones de que lo haga de nuevo en esta misma serie. Kevin Durant sigue pendiente de evolución, y parece que también podrá volver a lo largo de la eliminatoria. Con la plantilla al completo, los Warriors volverán a su modo apisonadora y los Blazers podrían pasar a un segundo plano. Está todo preparado para volver a meterse en unas Finales y ganar el campeonato, su tercero de manera consecutiva.
Portland Trail Blazers, una oportunidad única
Muchas eran las dudas alrededor de este proyecto la pasada temporada cuando no lograron ganar ni un partido en primera ronda ante New Orleans Pelicans tras haber quedado en tercera posición de la Conferencia Oeste. Este año han logrado igualar el mismo resultado, pero todo ha sido distinto. Se aprovecharon de unos aguerridos Thunder que han vuelto a caer y han pasado la etiqueta de proyecto en seria duda, mientras que se han impuesto a la inexperiencia en Playoffs de un equipo muy ilusionante como lo son los Nuggets de Nikola Jokic, Jamal Murray y Michael Malone. Ahora, les toca hacer frente al gran desafío que tanto tiempo llevaban esperando.
Es la primera vez que Portland Trail Blazers alcanza unas Finales de Conferencia en los últimos 19 años. La última vez que lo hicieron las estrellas del equipo eran Scottie Pippen y Rasheed Wallace. Esta vez, cuentan con un backcourt que se ha posicionado entre los mejores de la liga, pero sin superar todavía a la dupla que tendrán delante. Damian Lillard y C.J. McCollum por igual han llevado a este equipo hasta una posición muy privilegiada. Las oportunidades de que los Blazers den la campanada pasan por su anotación, así como por la aportación de una segunda unidad que ha tenido un gran papel de relevancia durante los siete partidos que han disputado frente a Denver Nuggets.
Piezas como Moe Harkless, Al-Farouq Aminu, Rodney Hood (pendiente de si podrá jugar o no por una lesión en la rodilla), Enes Kanter, Zach Collins, Evan Turner o Seth Curry. Sobre el papel, cuentan con una rotación más profunda que la de los Warriors, aunque estos tendrán que dar un paso adelante durante la ausencia de Durant. Portland necesitará que cada jugador cumpla a la perfección con su función para evitar despistes que suelen ser aprovechados por su rival sin compasión, encajando parciales que pueden ser destructivos de un partido entero si Curry y Thompson tienen una noche normal en el tiro de tres puntos.
Las bajas de su rival colocan a los Blazers como un equipo con opciones rivales de batir a los Warriors y terminar con su camino de ensueño que pretenden culminar con el cuarto anillo en cinco años. Ha llegado el momento de que la pareja formada por Lillard y McCollum presente su candidatura para sobrepasar a unos Warriors que llegan con alguna que otra incertidumbre de cara a esta eliminatoria. Se vieron forzados a jugar a muchos jugadores más que en otras ocasiones, y no les podría salir tan bien ante unos Blazers que recurren a este arma en muchas ocasiones, y que suele contar con una mayor efectividad desde la segunda unidad.
Stephen Curry vs Damian Lillard, los hijos de Oakland
Los focos recaerán especialmente sobre una pareja que ha sabido dar sus alegrías de manera distinta a la ciudad de Oakland. Será la última vez que se jueguen una Finales de Conferencia en este suelo, y tendrá como protagonistas a dos personajes muy queridos de la ciudad. Uno es hijo adoptivo, y admirado tanto como si su madre hubiera dado a luz en el estadio de los Raiders, mientras que el otro nació allí, y siempre ha sido un gran defensor de sus raíces y de la clase obrera entre la que se crió.
Stephen Curry llega con una especial motivación al tener que volver a ser el protagonista de un equipo que no contará con Durant, por lo que tendrá que asumir muchos más galones en los lanzamientos de su equipo para poder se una fuente efectiva de puntos sobre la que nutrirse y evitar un desastre mayor que pueda ser aprovechado por su rival. Es el momento de demostrar por qué es el primer MVP unánime de la historia, y está en las conversaciones de los mejores de todos los tiempos en su posición.
Damian Lillard tendrá que saltar a la cancha con una lágrima en los ojos. Siempre se ha mostrado reacio a la decisión de mover el equipo a San Francisco, por lo que luchará por todos aquellos descontentos con la situación, siempre en nombre de Oakland con ese número 0 a la espalda. Nunca ha estado en una situación parecida, y es la oportunidad de brillar para grabar su nombre en la historia.
Pronóstico
Serie complicada de pronosticar al contar con Kevin Durant fuera y sin saber a ciencia cierta cuándo volverá a estar disponible. Aún así, los Warriors se presentan claramente superiores y por lo tanto será un 4-1.
