ANÁLISIS | Kemba Walker, ¿la última oportunidad de Boston?
El base llega para sustituir a Kyrie Irving y tratar de conseguir el gran objetivo
Kemba Walker ha puesto sus ojos en Boston Celtics, y será la nueva estrella del proyecto de Brad Stevens. Los Celtics le ofrecieron todo aquello que Michael Jordan no quiso darle, y pasará a ser el nuevo buque insignia de una franquicia que no ha contado con la fortuna de su parte en las últimas temporadas a pesar de contar con jugadores de gran nivel. El pasado no favorece al equipo, aunque Walker ha llegado a esta franquicia para demostrar que es capaz de liderar un proyecto de una gran envergadura a pesar de las circunstancias que tendrán en su Conferencia. Es el momento de pasar página tras una temporada complicada y el base que rechazó Charlotte, será el encargado de devolver la alegría a la afición verde.
Rastros de un año duro en Massachusetts
La historia de Boston Celtics en la temporada 2018-19 ha sido extremadamente dura. Llegaban a este curso tras haber firmado una campaña anterior muy prometedora en la que se quedaron a un solo partido de alcanzar las Finales de la NBA, incluso sin las grandes estrellas del proyecto como Kyrie Irving y Gordon Hayward. Todos esperaban que este equipo pusiera el listón muy alto en el Este y consiguiera sin muchas complicaciones la clasificación a la final que se le había escapado por los pelos del curso anterior, sobre todo con LeBron James en el Oeste de manera definitiva.
Sin embargo, los constantes problemas en el vestuario donde Kyrie Irving llevaba la voz cantante, condujeron a este equipo a una catástrofe inevitable que se tradujo en la eliminación en segunda ronda por parte de unos Milwaukee Bucks que terminarían siendo el paso previo de Toronto Raptors a conseguir su primer campeonato de la historia. La guinda de este pastel desastroso de los Celtics terminó siendo la salida de Kyrie Irving en la agencia libre, quien puso sus ojos en Brooklyn desde el primer momento y con ganas de dejar atrás el pasado.
Por si las cosas no podían ir peor, posteriormente se supo la noticia de que Al Horford iba a renunciar a su opción de jugador para continuar en los Celtics y pondría la marcha directa hacia la agencia libre, dejando a Boston sin dos de sus jugadores más importantes de cara a un proyecto que estaba destinado a dominar en la Conferencia Este y terminó quedándose en nada.
Kemba Walker y una salida forzada
La situación del base en Charlotte no era precisamente la ideal. Walker buscaba un contrato por el súper máximo, al que había optado tras ser elegido en el tercer mejor quinteto de la temporada. Su año ha sido para enmarcar, titular en el All-Star por primera vez y dejando auténticas exhibiciones individuales en Charlotte para intentar lograr esa clasificación para los Playoffs que nunca llegó.
A pesar de haber demostrado todo lo necesario para querer quedarse en casa y por el precio justo, Michael Jordan decidió no darle lo que pedía, por lo que se vio forzado a escuchar ofertas desde fuera. Según han confirmado muchos periodistas cercanos a la situación, la oferta de Jordan se quedaba por debajo de los 221 millones, e incluso por debajo de los 170. Boston Celtics vio su momento y aprovechó la situación para hacerse con un base de gran calidad.
Los Celtics y el eterno retorno
Con la salida de Kyrie Irving y Al Horford, todos esperaban que los de Massachusetts lo tuvieran complicado para ser aspirantes en el Este. Pero Danny Ainge ha vuelto a ejecutar su plan maestro brindando a la afición a uno de los mejores jugadores de la pasada temporada, y que mostró un mejor nivel individual que el propio Kyrie Irving.
Ahora, con su núcleo formado por Walker, Hayward, los jóvenes como Tatum o Brown y las posibles incorporaciones que se puedan producir en las próximas horas, los verdes seguirán siendo candidatos a todo en su Conferencia. No obstante, la preocupación sigue estando en la mente de los aficionados de Boston, pues su última experiencia no fue especialmente buena.
Una situación diferente para Kemba
El base nunca se ha puesto otra camiseta que no sea la de Charlotte, una franquicia que ha tenido sus problemas para salir a la superficie en la competición. En esta ocasión, aterriza en una franquicia con mucha experiencia en la competición, con 17 banners colgando del techo y con mucha hambre de campeonatos, sobre todo tras los movimientos realizados por Los Ángeles Lakers, que les colocan en la candidatura por el anillo y así igualar la cifra alcanzada por el gran rival histórico.
Kemba Walker podrá demostrar su nivel en una franquicia que construirá a su alrededor. Cuenta con una base y con compañeros que le podrán llevar a un mayor nivel del que estaba acostumbrado en su antiguo equipo. Ha demostrado con creces en Charlotte que es capaz de liderar a un grupo hacia la contención de los Playoffs, y con los recursos de la franquicia de Massachusetts, lo debería ver mucho más sencillo para lograr los grandes objetivos del equipo.