ANÁLISIS | Derrick Favors, un fichaje de «pros» y «contras»

Los Pelicans arriesgan con el pívot

Desde hace unos días podemos decir que ya es oficial. Tras ocho temporadas y media en Salt Lake City, los Pelicans envían dos segundas rondas a Utah Jazz para hacerse con Derrick Favors y así apuntalar una de las posiciones más débiles del equipo, la de pívot. Faltaba una puntillita en el núcleo, y Favors parece que ofrece ese plus para cerrar una plantilla que se presenta muy interesante de cara a este temporada.

Sin embargo, existen algunas dudas acerca de su llegada al equipo, dudas bastante más preocupantes de lo que el bombo mediático está visibilizando. Lo más previsible es que los Pelicans tengan más cosas que agradecer que que lamentar a final de curso, pero no deja de ser una de las cuestiones a las que habrá que dedicar esfuerzo mental a la hora de cuadrar rotaciones; ¿es Derrick Favors una herramienta más para poder competir o es más bien un impedimento para desarrollar a Zion Williamson?

Mucho que ganar si el experimento sale bien, pero algo que perder si finalmente no sale. Por lo pronto, todo parece indicar que tendremos una situación balanceada de ventajas y desventajas que puede suponer su entrada en la rotación… o su salida.

Los pros

Protección del aro: La llegada de Derrick Favors cubre una necesidad que estos nuevos Pelicans marcaban como prioritaria entre la salida de Anthony Davis y la llegada de Zion Williamson, y ésta es la de la defensa en la pintura. Siguiendo la misma fórmula que trajo a Omer Asik a la franquicia en 2013, la gerencia buscaba un jugador que fuera capaz, en los primeros años de desarrollo de Zion, un jugador que complementara sus funciones en defensa y pudiera descargarlo de esa responsabilidad con vistas a una mayor implicación en tareas ofensivas, que ahora mismo son el principal objetivo en su desarrollo.

Con Favors, ni se va a generar un sistema defensivo alrededor suya ni se va a mejorar lo que había con AD, evidentemente, pero se espera que pueda cumplir la tarea de proteger la zona, puntear tiros, coger rebotes defensivos y mantener cierto orden en las rotaciones atrás. No es un rol que haya desempeñado mucho en su etapa con Utah Jazz y del que tenemos muy pocas referencias, pero no es descabellado poder pensar que pueda hacer un buen trabajo gracias a sus capacidades físicas, que podrán suplir su falta de centímetros.

Solidez para el puesto de center: Puede que este punto se solape con el anterior, pero a fin de cuentas, el rol suele ir sujeto a la posición que se desempeña (aunque cada vez menos, todo hay que decirlo). La llegada de un cinco sólido era importante teniendo en cuenta que Jaxson Hayes aún no está preparado para jugar a tiempo completo en la NBA y hemos visto que Jahlil Okafor rinde muchísimo mejor si es sin presión y desde el banquillo. Había unos cuantos millones libres, se podía mejorar la plantilla y Derrick Favors, en su último año de contrato, era una de las mejores opciones. Sobre todo, porque no compromete a los Pelicans más allá de esta temporada, lo que me lleva a la siguiente ventaja.

Último año de contrato: De nuevo, al hilo de lo comentado en el anterior punto. La llegada de Favors es importante para mejorar el equipo, pero se hace más importante aún teniendo en cuenta que no compromete al equipo a una carga salarial grande o nociva de cara a siguientes temporadas. Mirando al futuro, otro de los objetivos en New Orleans es el de acumular la menor basura contractual posible. En ese sentido, el encaje de DF es muchísimo mayor. Llega de Utah con un contrato de 16 millones, pero al que tan sólo le queda un año. Su firma soluciona un problema en los plazos correctos, y no compromete más allá de esta temporada a un equipo que necesitará dinero en el futuro para hacer frente de alguna que otra renovación importante de piezas clave como el propio Williamson o Lonzo Ball, entre otros.

Otro finalizador más en ataque: Si por algo se han caracterizado las plantillas en NOLA a lo largo de estos últimos años, ha sido por el gran abanico de recursos mostrado. Y en esta Agencia Libre, a pesar de la salida de Davis, se ha mantenido este abanico. Favors no sólo llega para solucionar el problema defensivo, sino también llega para ofrecer otra alternativa importante en ataque, ya que puede aportar desde múltiples facetas; el tiro de media distancia, la anotación tras rebote ofensivo o la finalización debajo del aro gracias a ese grandísimo IQ que tiene para estar en el lugar correcto todo el rato.

No ha sido tan eficiente en estos quehaceres a lo largo de su carrera, pero guarda un par de datos bastante interesantes durante los últimos dos años. Su TS% durante estas últimas dos temporadas ha sido de 59,3 % y 62,4 %, y su Offensive Rating de 119 y 124, dos datos que contrastan de manera clara con los de toda su carrera.

Química de vestuario: No hay que dejar pasar por alto tampoco uno de los motivos que más está ilusionando en la comunidad Pelican; su capacidad para hacer piña. Dice mucho de él que, al salir de Utah, todo hayan sido palabras buenas, tanto desde la afición como desde los periodistas de la franquicia, que lo definen como uno de los mejores compañeros de toda la liga.

Los contras

Protección de aro: ¡Sorpresón! Arma de doble filo. Sobre el papel, el motivo principal de su fichaje es este, su potencial como protector de aro para elaborar una defensa versátil en el equipo, y descargar a Zion Williamson de esta preocupación. Pero esto tiene un pero, y bastante grande; existen muchas dudas acerca de su eficiencia en este campo.

El motivo principal por el que sus minutos como cinco en Utah no se han perpetrado significativamente, además de compartir pista con un «rim protector» de élite, ha sido su poca consistencia para desempeñar esta función. El argumento del rebote salva en cierta manera el que pueda sustentar este rol, pero le faltan centímetros, factor de peso de cara a poder encontrar en Favors el defensor que se busca. Todavía hay que ver cómo encaja Alvin Gentry todo esto, o si la implicación del bueno de Favors es suficiente para cubrir esta necesidad, pero las dudas están ahí, y son bastante fundamentadas para estar siendo preocupantemente pasadas por alto.

Gestión del espacio con Zion Williamson: Este es el problema más grande que puede plantear Favors en toda esta historia. Ni sus características invitan a pensar que pueda ofrecer espacio para Zion, ni la plantilla está planteada para poder jugar con dos cincos que basan su área de influencia en la pintura. Y esto puede ser un problema muy gordo.

Si el objetivo principal esta temporada es el de desarrollar el talento ofensivo de Williamson, es contraproducente que Favors pueda desempeñar sus puntos fuertes en ataque al ser un jugador de características parecidas. Sin visión de juego, ni lanzamiento de tres puntos, es de los peores «fits» al lado de Zion. Y si no le puede ofrecer una posibilidad de desarrollo pleno, su firma no tiene sentido alguno.

La capacidad de correr la pista: El último motivo que puede ser perjudicial para su equipo es su nula capacidad para correr al contraataque. La mayoría de las posesiones de New Orleans este año se basarán en el ritmo, un ritmo en el que es dudoso que Derrick Favors pueda sentirse cómodo. Si no es capaz de desarrollar una buena juego al contraataque, perderá minutos.

Su implicación en defensa será clave para poder perpetrar sus minutos. Fuente: USA Today

¿Qué soluciones se presentan?

Todo parece ser un problema de encaje rotacional, de minutos y de quintetos. Desde luego, a los Pelicans les merece la pena buscar una solución a Derrick Favors, para ganar así otro activo más y poder competir, que es al final el mejor ecosistema para desarrollar todo ese talento joven con el que cuentan.

El encaje natural sería el colocar a Hayes de de cinco al principio de los partidos junto a Williamson, y que el primer cambio fuera por Favors, que compartiría menos minutos con Zion en una primera instancia. A raíz de ahí, poder encajar al jugador en función de las necesidades del equipo una vez el partido haya entrado en su fase más seria. Aquí entrará el tema de la defensa, que le dará muchísimos más minutos a Favors si es capaz de lograr esa consistencia como «rim protector». Si es capaz de ser se baluarte defensivo que los Pelicans necesitan, no generará tanta desventaja luego en ataque.

Cuantitativamente, estaríamos hablando de un tiempo de juego parecido al que ha tenido toda su carrera en Utah (23-28 minutos), el suficiente como para mantener esa presencia ofensiva debajo del aro y aportar en tareas de rebote. A poder ser, además, coincidiendo lo menos posible en pista con Zion, sólo en momentos en los que defender sea una necesidad urgente.

Ahora, eso sí, olvidémonos de su presencia continuada si esas necesidades defensivas no son cubiertas. Sus minutos se deberán labrar en base a ello, motivo principal por el que se le ha fichado y por el que es más lógico pagar un pequeño peaje.