El mejor jugador de la historia del baloncesto español celebra hoy su 40 cumpleaños, una edad que, habitualmente, suele asomar las orejas de la retirada para casi cualquier deportista profesional. Sin embargo, Pau Gasol llega a la cuarentena con muchas decisiones importantes que tomar. El pívot de Sant Boi disputó su último partido en marzo de 2019 con la camiseta de Milwaukee Bucks, equipo al que llegó tras cortar su contrato con los Spurs para aportar veteranía en búsqueda del anillo. Más allá de su reencuentro con Mirotic, su presencia en Wisconsin fue poco trascendente.
En mayo de ese mismo año, los Bucks comunicaban que Gasol había pasado por el quirófano para poner fin a una lesión en el hueso navicular de su pie izquierdo causado por estrés. Desde entonces, no se le ha visto en una cancha de baloncesto y actualmente sigue rehabilitándose del imprevisto más aparatoso hasta el momento en su carrera. Firmó con Portland Trail Blazers en la pasada agencia libre, aunque no llegó a jugar ni un solo partido. Al recaer de sus problemas en el pie, decidió apartarse de la organización y dejar su plaza libre para que la pudiera ocupar un jugador que realmente contribuyera sobre la pista.
Se encuentra sin equipo, pero con la convicción de que no ha jugado todavía su último partido. En un primer momento, su plan definitivo antes de decir adiós al deporte pasaba por colocarse la camiseta de la selección española en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, aunque su aplazamiento hasta 2021 por la pandemia de coronavirus cambia por completo los esquemas que se había hecho en su cabeza. Hoy será recordado por lo que ha conseguido con la selección y en la NBA, celebrando este día tan especial, pero todavía le queda mucho por dar a los aficionados que desean volver a verle vestido de corto.
Los Juegos Olímpicos no son una opción
A pesar de no estar en el foco mediático durante más de un año, el pívot ha estado muy presente en las redes sociales y ha concedido numerosas entrevistas donde ha hablado de su futuro. Y si tenemos que ceñirnos estrictamente a lo que comunica, todo parece indicar que estará en los Juegos Olímpicos de 2021. Recientemente en una entrevista con el periodista griego Giannis Stavroulakis ha vuelto a recalcar lo importante que es para él jugar con la selección española. Su Last Dance indudablemente será en el país que le coronó campeón del Mundo en 2006.
Nadie duda de que si Pau Gasol está sano y quiere participar en los Juegos Olímpicos, va a tener su sitio en la plantilla, pero para poder ser importante en una competición de ese calibre tiene que llegar en plena forma aunque solo sea para jugar unos minutos limitados. No hay mejor preparación posible que pasar por una temporada completa jugando baloncesto competitivo y se le presentan varias opciones que tendrá que valorar en los próximos meses, aunque el curso baloncestístico tendrá que reajustar su calendario a causa de la COVID-19.
Volver a la NBA, prioridad
Otra cosa está bastante clara, no solo quiere estar en Tokio, sino también volver a la NBA lo antes posible. La oportunidad en Portland Trail Blazers pasó, aunque siempre podría volver a presentarse si demuestra que está sano y preparado para aportar aunque sean pocos minutos en pista. Sin embargo, una opción que ha reaparecido en los sueños de muchos aficionados es verle vestir de nuevo el púrpura y oro de Los Ángeles Lakers. Ya lo comentó en una entrevista realizada por los compañeros de Cluth Points, estaría encantado de despedirse de la NBA con la camiseta del equipo de su vida, con el que consiguió ser el primer español en ganar un campeonato en la mejor liga del mundo.
La realidad, no obstante, es otra completamente distinta. Aunque su incorporación entra dentro de unos parámetros realistas, tampoco existe una necesidad por parte de la franquicia angelina para hacerse con sus servicios. Ahora mismo, los pensamientos de Rob Pelinka y Jeanie Buss están en la burbuja de Disney World y en la posibilidad real que tienen de ganar el título número 17 liderados por LeBron James y Anthony Davis.
Pau Gasol podría encajar en los Lakers ejerciendo un rol similar al de un jugador como Dwight Howard, que llegó a California para resucitar su carrera y lo ha conseguido con creces. Además, no estará en el tramo final de la temporada al poner a la familia por delante del baloncesto, y veremos si tiene su sitio garantizado en la plantillael curso que viene. Reencontrarse con Pau podría ser una posibilidad que verían con buenos ojos dados los buenos resultados que ha dado el experimento de esta temporada con uno de sus ex. Aún así, el nivel que se puede esperar de Howard será mucho mayor que el de Gasol.
En resumidas cuentas, volver a la NBA es una idea que tiene entre ceja y ceja, aunque no es la única que se le presenta en las últimas etapas de una trayectoria profesional encomiable.
El Barça, a la espera de recibir al hijo pródigo
Es algo que ha comentado en numerosas ocasiones, sobre todo en el punto álgido de su trayectoria, y que ahora se presenta como una posibilidad real. El FC Barcelona siempre será su casa, el equipo donde creció y que le permitió dar el salto a la NBA para convertirse en el mejor español de la historia en los Estados Unidos. A estas alturas de su carrera, volver al Barça sería una apuesta acertada en el caso de tomarla. El club blaugrana no solo le haría un hueco por su pasado y por lo que representa en el club, sino también por necesidad.
Las cosas han cambiado mucho en los últimos días en la Ciudad Condal. Saras Jasikevicius es el nuevo entrenador del club, su antiguo compañero de batallas. Ante Tomic, que había sido la referencia interior de Barça durante los últimos 8 años, ha puesto fin a una etapa longeva en Barcelona y ahora buscan un nuevo pívot que pueda complementar con Brandon Davies. Sin duda alguna, Pau será una opción interesante, que podría aportar activamente en la búsqueda de un título que no tiene en sus vitrinas, la Euroliga.
Sería una motivación añadida para volver a casa, puesto que en el Barça se ven en condiciones de conseguirlo. La plantilla no da lugar a dudas, puesto que cuenta con jugadores de la élite continental como Nikola Mirotic, Cory Higgins y próximamente, Nick Calathes. Añadir a Pau en el cóctel podría ser el factor determinante en una rotación que necesita más profundidad en la zona. Es cierto que ya tiene sus 40 tacos y viene de una lesión complicada, pero tras ver a Luis Scola rindiendo a gran nivel en el Olimpia Milano, cada vez parece una idea menos descabellada.