LaMelo Ball, el triple-doble más joven de la historia

22+12+11 para cerrar la victoria ante Atlanta

LaMelo Ball hace historia en su noveno partido en la NBA. Tras saldar con victoria su primer enfrentamiento familiar, y avisar con un «casi» triple-doble, el pequeño de los Ball se convierte en el jugador más joven en conseguir esa cota en toda la historia de la liga. Con 22 puntos (9-13 en tiros de campo, 3 de 5 en triples), 12 rebotes y 11 asistencias desde el banquillo, LaMelo supera en precocidad al que hasta ahora ha ostentado dicha marca, Markelle Fultz, desde hace ya tres años.

Los Atlanta Hawks no fueron un hueso fácil de roer. No lo están siendo este inicio de temporada, aunque estén encontrando dificultades para cerrar los partidos. Simplemente, murieron en la orilla. Un último cuarto arrollador de los locales pudo contrarrestar la actuación del que fue el mejor de los suyos, DeAndre Hunter, al que también hay que alabar un gran inicio de temporada; anoche acabó con 20 puntos y 8 rebotes, con 6-12 en el lanzamiento y 1-3 en el triple. Cam Reddish fue su gran aliado, y desde el banco aportó 21 puntos, 5 rebotes y 4 robos, aunque no estuvo tan acertado como su compañero (6-17 en tiros, 4-13 en triples). No obstante, a pesar de la ineficiencia en ataque, estamos pudiendo ver destellos del «nuevo Paul George» esta temporada. Trae Young acabó con 15 puntos y 10 asistencias, también fallando muchos tiros.

Pero es que LaMelo fue mucho LaMelo. Probablemente sea el jugador con más futuro de esta camada, y está dedicándose a demostrarlo. Las dudas eran grandes antes del Draft, su capacidad para tomar decisiones era algo cuestionable y su rango de tiro aún estaba por explorar, y aunque tiene aún mucho camino por delante que recorrer, se le está viendo sumamente cómodo con el rol que estos Hornets le están ofreciendo. Desde el banquillo, sin presiones, está siendo capaz de ayudar de manera superlativa a los suyos, dando rienda suelta a esa manera de entender el baloncesto que pocos como él tienen.

Tuvo a su lado también a Terry Rozier, otro jugador con muchos millones que justificar a sus espaldas. El papel de escolta junto a Devonte’ Graham le sienta muy bien, con un poquito más de libertad en ataque y sin responsabilidades organizativas. Ayer hizo otro gran partido (21 puntos y 4 rebotes), pero tampoco está de más recordar que este año está en 20,3 puntos por encuentro, con un increíble 43,8 % en tiros de tres. Borrego lo necesita a este nivel para convencer con su sistema de small-ball, mientras Mitch Kupchak resopla aliviado, por ahora, en su mansión en Charlotte.

Su temprana adaptación, la clave de su impacto

James Borrego y su paciencia, determinantes. Fuente: Yahoo.com

Como hemos dicho, salir desde el banquillo es un buen escenario para él. Haber recalado en una franquicia con no muchos focos encima y la paciencia que está teniendo el coach James Borrego con él son factores que están ayudando a sacar su potencial desde bien temprano, lo cual contrasta de manera clara con el camino de su hermano Lonzo, al que aún se le intuye esa presión que la ciudad de Los Ángeles le imprimió en sus dos primeros años. LaMelo, en ese sentido, está teniendo mucha más suerte, y esto queda reflejado después en su juego. Y en la impresión que tiene Borrego sobre su inicio:

«No está desconcertado por el momento. Es como si hubiera estado haciendo esto durante varios años. Un novato de diecinueve años no se ve así. Lo que estáis viendo es algo raro.»

Charlotte no tiene prisa por que demuestre, y eso es lo que le está haciendo demostrar. Se nota en la manera en la que el propio jugador está encarando este año rookie, sin forzar tiros ni buscando el highlight constante. Está haciendo las cosas fáciles, e incluso utilizando la magia como un recurso para salir de situaciones forzadas, algo que sí que nadie cabía esperar. Él mismo lo reconoce;

«Estoy dejando que el juego venga a mí», declara Ball, después del partido. «Estoy aprendiendo de todo el equipo y estoy aprendiendo mucho, prácticamente de las pequeñas cosas. El objetivo principal siempre es ganar. Siempre quieres ganar. Siempre que ganes, es genial. Para mí, solo salgo y juego al baloncesto».


Los Hornets progresan adecuadamente. Más allá de la victoria de esta noche, y de que las sensaciones son muy positivas, están demostrando ser un núcleo muy sólido a pesar de su juventud. Terry Rozier está alcanzando su mejor versión, Gordon Hayward regresa poco a poco a ser ese jugador que maravilló en Utah gracias a tener algo más de responsabilidad, PJ Washington y Miles Bridges responden desde las alas y los gemelos Martin mantienen una eficiencia notable desde el triple, que es justo lo que se espera de ellos. Todo esto, sumado a la rápida adaptación al ecosistema del propio LaMelo, puede ser un cóctel lo suficientemente equilibrado y bien preparado como para poder asaltar la post-temporada. Ese debería ser el objetivo.